14 julio
Todos tuvieron que adaptarse: candidatos y entrevistadores. Y después de unos meses de distanciamiento social, los expertos coinciden en que al igual que el teletrabajo, las videoentrevistas llegaron para quedarse. Si bien perdemos la riqueza del contacto presencial, ganamos tiempos de conversación sin dificultad de traslado, y la posibilidad de encontrar al mejor candidato sin importar dónde se encuentre. ¿Qué se gana, qué se pierde y qué hemos incorporado en el proceso?
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Por Michelle Ibarra | 14/07/2020
Antes de coronavirus, las entrevistas virtuales estaban reservadas para candidatos de otras regiones o países. El formato online era «la última opción» después de haber barajado las alternativas presenciales; pero hoy es la única. Esto ha puesto a prueba la capacidad de adaptación de candidatos y entrevistadores.
Sin duda, la gran ventaja que ofrecen las entrevistas de trabajo online es su agilidad: «Hoy los candidatos están más accesibles y localizables, tenemos menos dificultades para agendar reuniones en mejores horarios porque están en sus casas», explica Verónica Segura, Gerente de Selección de HR Burô.
¿Qué se pierde? A través de la pantalla «es más difícil evaluar la totalidad del lenguaje no verbal, y se rompe un ciclo al que antes estábamos acostumbrados: el comportamiento del candidato en la recepción, si llegaba muy temprano o tarde… Hoy estos aspectos se pierden, aunque surgen otros que también podemos observar», añade Verónica Segura.
«Todos tenemos que ser más flexibles: tanto los entrevistadores como los candidatos, porque el proceso de selección se desarrolla ahora en un espacio privado, y ambas partes tratan de hacer lo mejor posible».
Verónica Segura, gerente de Selección de HR Burô.
Manejo de la pantalla y el espacio
Son las 09:30 am y comienza la videoentrevista. A un lado de la pantalla está la psicóloga; al otro, el candidato tratando de acomodarse al interior de un auto. A espaldas de la psicóloga, pasa una niña corriendo detrás de un gato. Mientras, en la cámara del candidato, se ve alguien que se acerca y toca la ventana…
Los entornos personales cambiaron. Ahora, todo se vive en un mismo espacio: la casa es la oficina de los padres, el homeschool de los hijos y el hogar de las mascotas. «Todos tenemos que ser más flexibles: tanto los entrevistadores como los candidatos, porque el proceso de selección se desarrolla ahora en un espacio privado, y ambas partes tratan de hacer lo mejor posible», comenta Verónica Segura.
Eso no significa ser descuidado. La experta comenta que tras varios meses de distanciamiento social, existen mayores expectativas con respecto a la videollamada. Ambas partes deben revisar en forma anticipada que no existan dificultades técnicas ni distracciones, con el objetivo de tener una conversación cómoda y adecuada: «Por supuesto que siempre puede suceder algo y todos lo entienden, pero para nosotros es valioso saber si el candidato maneja estas aplicaciones y si está dispuesto a aprender, ya que es probable que el trabajo al que postula lo requiera», explica Verónica.
Hoy, las empresas enfatizan otras habilidades: adaptación, flexibilidad y capacidad para incorporar nuevas tecnologías. Es importante que durante la videoentrevista, los candidatos cuiden:
- Presentación personal: mantener un estilo profesional.
- Puntualidad: al igual que en la entrevista presencial, es clave conectarse a la hora.
- Test en línea: contestar dentro del plazo, pues los test son parte del proceso de selección.
- Ruido ambiente: evitar distracciones. Use audífonos.
- Iluminación: luz que permita ver la cara de las personas.
- Información: investigue sobre la empresa y el cargo al que postula. Prepare sus preguntas.
- Mire «a los ojos»: hay muchas recomendaciones para mirar a la cámara y no a la pantalla, pero si eso le quita espontaneidad o resulta en un distractor, es mejor concentrarse en el contenido.
Preguntas y respuestas en pandemia
La tecnología no es el único elemento nuevo en estas videoentrevistas. En tiempos de crisis, un tema que se aborda es cómo los candidatos han enfrentado las distintas dificultades surgidas a raíz de la contingencia.
Verónica comenta que hoy nos encontramos con muchas personas que han debido superar momentos difíciles. «Durante la entrevista, conversamos ese tema para saber cómo se han adaptado, cómo han enfrentado la toma de decisiones». En el caso de quienes están cesantes, en las entrevistas buscan saber sobre los cursos o seminarios virtuales que han realizado, o su participación en acciones en beneficio de la comunidad. «No hay respuestas correctas ni incorrectas, es un espacio para conocer sus competencias y cómo lo han sobrellevado», especifica Verónica.
El aporte de otras herramientas en línea
Las pruebas presenciales también debieron reinventarse con el distanciamiento. Junto con el uso intensivo de las videollamadas, se amplió la aplicación de otras herramientas que aportan información adicional a la entrevista, todas virtuales:
- Videorespuestas: permite realizar preguntas a los candidatos para que las respondan a través de videorespuestas, grabadas.
- Assessment: la evaluación o Assessment online es en una buena oportunidad para que los candidatos demuestren sus capacidades. Se implementan de acuerdo con los requerimientos específicos de cada cargo.
- Test en línea: permiten evaluar desde otro prisma al candidato. Algunas pruebas son de personalidad, de lógica y razonamiento.
Con un manejo profesional adecuado, las videoentrevistas son efectivas y una instancia clave del proceso de búsqueda y selección: «Cambia el medio, pero hay algo que se mantiene: el rol de los especialistas. Los psicólogos están preparados para realizar estas entrevistas y sus observaciones son clave para entregar información que aporte valor y permita a los clientes tomar las mejores decisiones», detalla Verónica Segura.
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