12 mayo

Desde comienzos de este año, más de 703 300 personas han quedado sin trabajo en Chile. La tasa de desempleo alcanzó un 8.2%, la más alta en los últimos diez años. Mientras, los expertos advierten que producto de la crisis sanitaria, esta tasa podría rozar el 12%. En este contexto, el outplacement podría ayudar.

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Por Michelle Ibarra | 12/05/2020 

 

Ante esta situación, un importante apoyo podría venir a través de planes de outplacement o desvinculación asistida, que además de reducir el tiempo medio para optar a un trabajo nuevo, permite dar contención emocional a los desempleados.

El outplacement es un concepto conocido por las empresas en que, además de cuidar de sus colaboradores, potencian su responsabilidad social corporativa e imagen de marca empleadora o Employer Branding, pero ¿cómo funciona en tiempos de COVID-19?

 

Es una metodología que busca reducir el conflicto emocional de las personas desvinculadas, orientándolas paso a paso para lograr una pronta reubicación laboral. Hoy es posible hacer este trabajo en forma remota, a través de videoconferencias y apoyándose en test online.

 

Apoyo para las personas despedidas

El trabajo en la vida implica una vinculación personal, social y económica de carácter vital. Monserrat Jara, psicóloga y consultora de Capacitación de HR Burô, explica que la pérdida de la fuente laboral «trae consigo una serie de consecuencias emocionales, que afectan gran parte de las relaciones que establece con su círculo social».

La psicóloga indica que el outplacement puede ayudar a mitigar esas consecuencias emocionales, pues «brinda un espacio de reflexión y aprendizaje para la reinserción laboral. En estos momentos de tanta incertidumbre, permite que las personas tengan una actitud proactiva para desarrollar nuevas herramientas e identificar oportunidades», explica Monserrat Jara.

A través del outplacement, las personas pueden vivir el proceso de transición laboral acompañados por consultores especializados que los guían y que promueven la comunicación con otras personas, «para que fortalezcan habilidades que le permitan anticiparse ante un mercado laboral incierto, donde los más preparados serán los que tendrán mayores oportunidades de reinsertarse laboralmente», detalla la psicóloga.

 

Dentro de un programa de outplacement se facilita un espacio de reflexión y, a partir de eso, se reformula el CV, el perfil en LinkedIn, se realizan entrenamientos para evaluaciones online y para el desarrollo de redes de contacto; temas que permiten brindar una asesoría integral para que el colaborador desvinculado logre su reinserción laboral.

 

Impacto positivo en el equipo

Al desvincular a alguien, los colaboradores que se quedan en la empresa también sienten incertidumbre y ansiedad, lo que hace altamente probable que disminuyan su desempeño y motivación. «Al promover la reinserción laboral de quienes desvinculan, esa percepción puede cambiar», señala la experta.

En ese sentido, un plan de outplacement en las empresas podría apoyar también a quienes continúan en la organización, «pues mitiga la sensación de incertidumbre y les aporta mejores herramientas para afrontar las consecuencias derivadas de la actual crisis sanitaria y económica», enfatiza Monserrat Jara.

 

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